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domingo, 29 de julio de 2012

EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA III





EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA





III-LA MUERTE DEL ARTE





¿Qué tiene esta época que no nos permite seguir manteniendo el arte en cada uno de su estadio histórico correspondiente?.

¿Dónde y por qué se ha roto esa cadena, si es que lo ha hecho?.

¿Por qué ha muerto el arte?, ¿porqué ya no sabemos como definirlo, ponerle un nombre, y eso nos pone nerviosos?


Vivimos en una sociedad empeñada en no querer morir,  y en la que prima el culto al cuerpo: sano, perfecto, bello.  Con la cirugía plástica y otros inventos y avances en maquinaria, farmacia y cosmética, nos alargan la vida, nos vuelven más "guapos" y nos mantienen con la ilusión de la eterna juventud o, lo que es peor, con el convencimiento de que si no pasa, no se "usa", la vida no se "gasta" y, por tanto, no se acaba.


Esto, indefectiblemente, también repercute en el arte, intentaré explicarme..., pretendemos alargar el arte que tenemos más próximo en el tiempo reduciéndolo a su mínima expresión, como si sumiendolo en un sueño ivernal lo preserváramos de la muerte y así, nostálgicos de un momento artístico que nos pareció mejor, negamos el fenómeno natural del transcurrir del tiempo.


Es inevitable asumir su justo espacio en la historia del arte, allí donde le corresponde, dejemos de ser tan místicos y filósofos y volvámonos enciclopedia, no nos sintamos perdidos por ello, solo en la pérdida es posible la búsqueda, y solo desde la búsqueda es posible encontrar nuevos caminos.

Llamarle como queráis, si no lo habéis hecho ya, al periodo artístico que nace en el fin de lo denominado "últimas tendencias" y de ahí hasta hoy o donde llegue, reconozcamos los límites históricos, hacerlo nos dará la libertad de seguir viviendo y el dilema de la muerte del arte no tendría razón de ser, a pesar de que ya sea historia.

Solo asumiendo el proceso inexorable de la existencia, que reconozco es una forma de morir, podremos seguir creando, eso o redefinimos la terminología lingüística del arte del último siglo, desde otra perspectiva histórica en la que se acuñaron en el momento de producirse.
 

A juzgar por algunas lecturas parece como si el arte solo fueran Van Gogh o Picasso (por ejemplo), y quisieran correr un velo en las manifestaciones plásticas posteriores, esto no es matar el arte, esto es negarlo a partir de Altamira.  Hay que tocar ese arte, bajarlo del pedestal en el que lo hemos puesto y de donde no nos atrevemos a mover.

En otras, para que el arte no muera, parece que se reclame un milagro y que aparezca un nuevo "genio", creando un nuevo estilo, que genere un nuevo movimiento, que rehabilite "aquel" arte y que, a su vez, dé para muchas líneas a los que se dedican a escribir sobre eso.

Me parece que es solo un problema de lenguaje y reconocimiento, reitero, del marco histórico, en que se han desenvuelto las distintas manifestaciones, sobre todo en el siglo XX, que también, no olvidemos, aún es el tuyo y es el mío.

Me permitiré comparar el arte con la Moda de las pasarelas, a menudo las nuevas creaciones presentadas en un desfile solo sirven para eso, para presentarlas en el desfile, pero también se alternan con diseños "llevables" y no pasa nada, y nadie se pregunta por qué bajo las faldas no volvemos a llevar "can-can", supongo que entre otras cosas porque no resultaría demasiado cómodo ir con ellas en el metro.
Por favor, desmitifiquemos el arte.

BUSQUEMOS, PUES, UN TEMA TODAVÍA MÁS HUMILDE QUE EL HUMILDE CUADRO DEL HUMILDE PINTOR.  POR EJEMPLO, SU MARCO DORADO.  HAGAMOS UNA BREVE MEDITACIÓN SOBRE EL MARCO.  AUN REDUCIDO ASÍ EL PROPÓSITO, ES SEGURO QUE NO PODREMOS HACER MÁS QUE DESPUNTARLO.  (ORTEGA I GASSET)

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