VI-REFLEXIONES FINALES
Nadie tiene en sus manos verdades absolutas, tampoco en arte, el
contexto del momento en que se "revisa" una supuesta obra de arte,
hace ver las cosas de maneras diferentes, lo que ayer fue calificado de
estrafalario, hoy puede ser considerado una gran obra de arte, y a la inversa.
Que cada cual cuelgue o coloque, si así lo desea, en su casa lo que
quiera o pueda y si, además, lo que hoy le gusta, siendo asequible
económicamente, el tiempo lo revaloriza ¡felicidades!, sus nietos o bisnietos le
recordarán y le estarán agradecidos, con suerte se encontrarán con una obra de
arte y, si no, disfrutarán de un rendimiento por su
"inversión".
Antes de tirar al mar el polvo en el que, según algunos, se convirtió
el arte en manos de Picasso (y otros), o de reciclarlo, con un aglutinante y
disolvente, en líquido para limpiar pantallas de ordenador, me gustaría incluir
otro tipo o faceta del arte: ES DIVERTIDO Y UN PLACER PRACTICARLO.
No voy a profundizar en ello, pero me gustaría comentar que, si bien
hay infinidad de teorías y aplicaciones de la imagen, en pedagogía y psicología,
también es cierto que la práctica del arte, como acción, es apenas valorable
como terapia, aplicable en la psiquiatría, en la rehabilitación de enfermos por
adicción o, en la tan cacareada reinserción, yo lo llamaría reconciliación con
el mundo, carcelaria.
Debemos subir al carro de los acontecimientos, sería sabio por nuestra
parte saber compaginar las nuevas tecnologías con el amor al arte, como
observador, como pensador, como creador.
En este sentido, nosotros, los artistas, jugamos con ventaja, por una
cuestión de supervivencia ya nos movemos entre la tierra y el cielo, quise
decir entre dos mundos, el de un trabajo remunerado por un lado, y el de la
idea, la imaginación, por otro.
Mientras, aún hay gente que no se ha dado cuenta que en Berlín ya no hay
muro que le impida pasar al otro lado y, el que lo sabe, piensa que con el muro
desapareció el otro lado.
Hablando del muro, pensar que en arte está todo hecho es inmaduro, aún
falta lo que está por hacer.
Cuando era
una adolescente, con la "tele" y una vez pisada la Luna, pensé que no
quedaba nada importante que pasar en el mundo que me había tocado vivir, es
evidente que para bien y para mal, me equivoqué, el último cuarto de siglo, a
todos los niveles ha sido trepidante, de vértigo.
Es posible que las máquinas algún día lleguen al poder, o nos
alimentemos con pastillas exclusivamente, hasta es probable que viajemos en el
tiempo, de hecho ya han conseguido desintegrar una materia y volverla a
componer, lo que no recuerdo es si era una patata o una pelota de golf, pero
cuando esto ocurra, a pesar de los años que llevan amenazándonos, ya será mucho
más allá del 2000.
Y el arte, como fenómeno de expresión material de la mente de individuos, tocados o no por el genio, el talento o la locura, permanecerá.
Cambiará el espectador, el escenario, su lectura, pero en tanto exista un solo ser humano, él, el arte, seguirá ahí.
Y el arte, como fenómeno de expresión material de la mente de individuos, tocados o no por el genio, el talento o la locura, permanecerá.
Cambiará el espectador, el escenario, su lectura, pero en tanto exista un solo ser humano, él, el arte, seguirá ahí.
(mmha, 1998)
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